domingo, 27 de diciembre de 2009

Los descubrimientos del año

Estas fechas tienen dos componentes importantes.
El primero es la navidad en sí, con toda la aparatosidad emocional que busca provocarnos y todas las movidas familiares que genera. En muchos casos trae recuerdos (de personas, de situaciones, de esperanzas rotas...) que hacen que el paso por estos días sea un duro trámite, por que además, ¡no está permitido no estar contento de que sea navidad!
Pero hay un segundo componente, es fin de año, es fin de ciclo. Cambiamos el calendario, la agenda, y otros instrumentos de gestión del tiempo. La mayoría realizan el tránsito de un año al otro sin pensar demasiado. Hay otros que sí que piensan en cómo les ha ido el año, pero por lo general lo hacen desde la perspectiva de qué les ha ido mal, y buscan los argumentos excusativos para valorar mal el año que dejamos. Hay otro subgrupo que intenta buscar, rescatar si es preciso, aquellos aspectos que han sido buenos en este año.
Yo quiero pertenecer a este grupo. Para ello el año pasado ya hable de un descubrimiento, pero este año me he encontrado que no tenía uno, tenía varios, mejor dicho, muchos.
He conocido mucha gente interesante, historias que me han tenido atrapado, personas valientes que me han permitido asistir en primera fila a cambios que no parecían posibles. He conocido a personas generosas que me han permitido abandonar posiciones prejuiciosas y descubrir nuevas posibilidades que no me podía llegar a plantear. Otras personas me han ayudado, me han animado y me han provocado para que siguiera adelante y rompiera barreras que creía que no podría franquear.
Pero sobre todo, he conocido a dos personas que me han dado una nueva concepción de mi vida profesional. Les agradezco que se posicionasen como lo hicieron. Al principio no lo entendí, lo confieso, pero he ganado en tranquilidad vital. Me hicieron pensar, y me hicieron pensar mucho y redescubrir algo que ya sabía. Por que en ocasiones la dinámica cotidiana y el estrés nos hacen perder algunos principios. Muchas gracias a los dos, formáis un gran tándem.
He descubierto amigos, he descubierto gente buena, he leído grandes libros, películas y series de TV, algunos de estos descubrimientos aún me conmocionan.
Seguro que me dejo cosas, pero siempre ha sido así.