domingo, 7 de febrero de 2010

Estrés postraumático relacional

- Creo que en cierta manera tiene razón, mi comportamiento no se puede justificar por el hecho de que yo no consiga olvidar lo sucedido. No puedo seguir así. Parece que estoy anclada en el dolor del pasado y no consigo disfrutar del presente.
- La verdad es que fue un palo muy duro para ti.
- Sí, sí, nunca me imaginé que pudiese suceder, pero ya ha pasado, al final hemos decidido vivir juntos otra vez, darnos una oportunidad..., yo nunca fui celosa, pero ahora no puedo quitármelo de la cabeza. ¡Y lo peor es que ahora no tengo motivos!
- ¿Te suena el trastorno por estrés postraumático?
- Sí, es un cuadro de ansiedad que se da después de un trauma, ¿no?
- Cierto.
- Pero yo no he tenido ningún trauma. Es una infidelidad.
- Bueno, aunque los manuales de psiquiatría no lo reflejan, tal vez podríamos diagnosticarte un trastorno por estrés postraumático... relacional.
- Explícate.
- Diríamos que es el cuadro de estrés que se da después de un trauma relacional. La persona que lo padece sufre un estado de estrés agudo que le lleva a mantenerse muy vigilante con el fin de evitar que el episodio vuelva a repetirse.
- Pero, ¿de qué me sirve el diagnóstico?
- Casi para nada. En el mejor de los casos para normalizar lo que te ocurre.
- Eso quiere decir que tú sabes como se soluciona.
- Sí, por supuesto.
- Pues dilo. ¡Quiero salir de esto!
- Hablando con tu pareja de cómo te sientes.
- Pero no quiero que me vea como una loca celosa.
- Tampoco parece que quieres que te vea como su expareja.
- ¡Jóder! ¿Y ganaré tranquilidad diciéndoselo?
- Sí. En el peor de los casos te dejará, pero si ha decidido volver contigo y pedirte perdón por su infidelidad, creo que habrá ganado algo de empatía para entender tus reacciones.
- Vamos, que me lo debe.
- Puedes llamarlo así.