miércoles, 21 de abril de 2010

Monólogo interior


- ¿Por qué la gente sufre tanto?
- ¿Quieres decir que sufrimos más ahora que antes?
- Da esa sensación. O, a lo mejor, es que ahora la gente no va a los curas para desahogarse...
- Tal vez tengas razón. Pero, tal vez sea que la fe no resulta útil a la razón ni a las emociones. De todas formas, ¿a qué viene tu pregunta?
- Me da la sensación de que se está terapeutizando la sociedad.
- ¿Quieres decir que la terapia se ha convertido en un elemento indispensable de la sociedad? ¿O sólo que lo es más que antes?
- No lo sé, sólo sé que desde hace un tiempo veo que la gente sufre más. Veo más incomunicación.
- A lo mejor es debido a las nuevas lentes que utilizas ahora.
- Puede ser, veo a la gente más agobiada y sin capacidad de encontrar palabras para expresar aquello que sienten, piensan y/o les preocupa.
- Esa me parece una observación más acertada.
- Pero, ¿Por qué ocurre? ¿Por qué no aprendemos a comunicarnos con los demás?
- Tal vez el problema sea que no sabemos comunicarnos con nosotros mismos.
- ...
- Cuando algo nos agobia buscamos respuestas, pero por lo general buscamos de manera obsesiva, como el chiste que te conté del borracho y la farola. Como no encontramos la respuesta, cada vez restringimos más el espacio de nuestro análisis, y cada vez reducimos más nuestra capacidad de comunicarnos.
- ¿A qué se debe eso? ¿Qué hace que no nos podamos comunicar cuando nos obsesionamos?
- Creo, y no sé si hay una opinión científica para ello, que el lenguaje de la obsesión es muy personal, y muy limitante, está muy cargado de significados propios, cargado de muchos prejuicios difíciles de articular.
- ¿Lo que me dices es que cuanto más obsesionado estás más difícil es comunicarte con los demás?
- Podría decirse así, sí. Piensa que hay gente que está tan acostumbrada a hablar consigo misma que se le olvida cómo ha de hacerse con los demás.