domingo, 19 de junio de 2011

El cine en terapia

Partamos de un supuesto. Hay dos tipos de personas: las que ven cine y las que viven el cine.
Según esto hay personas que ven las películas, las series de TV, los libros, las fotos o escuchan música, pero como espectadores, como alguien ajeno a lo que se le proyecta/muestra y por tanto suelen quedarse con los aspectos más formales de lo que ven: "pues a mi me ha gustado" "buena fotografía/actuación" "entretenida", etc son los comentarios que les caracterizan.
Las personas que "viven" las películas, series de tv o lo que sea... aprenden, comprenden lo que están viendo y en cierta medida eso les cambia. Por tanto, son personas que tienen más posibilidades de aprender e integrar conocimientos con componente emocional y hacerlos propios.
El cine y la terapia están muy interrelacionados, y las series de TV han elevado esta relación de manera significativamente artística/terapeútica. Sólo tenemos que ver películas como Gente Corriente (Robert Redford, 1980) o Secretos Compartidos (Ben Younger, 2005).
Los psicólogos utilizamos el cine en terapia también. En mi caso mucho (algunas y algunos pueden atestiguarlo), y recientemente recibí el encargo de escribir un articulo para la Revista de Psicoterapia que dirige el Dr. Manel Villegas que reflejase cómo utilizo el cine en terapia.
Los que tengáis ganas de leer un poco podéis descargarlo desde aquí.

Gracias a todas y todos aquellos que con su paciencia para ver películas que les recomendé me dieron nuevos enfoques, nuevas posibilidades y nuevos aprendizajes a partir de películas que ya me habían emocionado, y gracias a quienes me proporcionaron nuevs películas con las que emocionarme.

Lo sabéis, pero no está de más repetirlo: Se aceptan críticas.