domingo, 18 de septiembre de 2011

La dependencia como valor de marca

Hay dos tipos de personas: Las que intentan dar sentido al mundo que les rodea y a los inputs de información que les llega, y los que no. Cada vez tengo más claro que las campañas de publicidad están dirigidad a los que no.
¿Quién en su sano juicio puede aceptar como valor humano la dependencia emocional? En estos tiempos en que estamos dedicando enormes cantidades de recursos económicos en que las adolescentes aprendan a distinguir entre una relación de pareja sana y una de dependencia emocional llega movistar (con minúsculas, por supuesto) y lanza esta campaña en la que propone como valor humano la dependencia emocional.
Y para demostrar que van en serio lanzan diversos tipos de anuncios, entre amigos, de pareja, con adolescentes, etc.
Me preocupa que nadie haya dicho nada sobre estos anuncios, sobre todo las asociaciones de feministas y grupos civiles pro igualdad social que en otros casos montan un gran escándalo por mucho menos. Supongo que hay factor que les ha interferido de manera significativa en su análisis simplista de la realidad: El factor pasivo-agresivo del anuncio. Cualquiera que pertenezca al primer grupo de personas al que hacía referencia al comienzo sabe que tanta promesa no se podrá cumplir y que el precio a pagar es demasiado caro. Luego llegará la exigencia: ¡con todo lo que yo me he sacrificado por ti!

Lo peor de todo es que el otro día estaba en un bar, la tv estaba puesta y emitieron este anuncio, una chica dijo a su amiga: ¿Por qué no hay chicos así en la realidad? ¡Yo quiero uno así!

Aquí os dejo uno de los ejemplos de la propuesta de movistar para nuestra salud emocional.