martes, 6 de diciembre de 2011

El tiempo como dimensión

- En conclusión: La he cagado. No puedo decir ni hacer nada para corregirlo.
- Bueno. El primer paso es asumirlo.
- ¿Ves como he mejorado?
- Sí. ¿Y qué dice tu pareja?
- No hemos hablado de esto. Está muy enfadado.
- Ya. ¿El hecho de que le pidas disculpas no le ha rebajado un poco la intensidad del enfado?
- No hemos hablado todavía.
- ¿...?
- No creo que cambie nada. Ni siquiera creo que sea realmente significativo.
- Perdona, ¿me intentas decir que no es importante que le muestres a tu pareja que estás arrepentida?
- No veo que eso pueda cambiar algo.
- Tienes un grave problema. ¿Cómo esperas que se le pase el enfado, después de lo que le has hecho, si no le reconoces su dolor y le pides disculpas?
- Yo creo que el tema de pedir perdón está sobrevalorado. Total, todo el mundo se equivoca, si siempre tenemos que estar pidiendo perdón por nuestros errores esto no acaba nunca.
- ¿Y cómo esperas que se solucione?
- Ya se le pasará. El tiempo lo cura todo.
- Bueno, ahora ya te lo puedo decir: Eres candidata a la estúpidez del mes.
- ¿Por qué?
- Porque el tiempo es una dimensión. No produce cambios. El tiempo sólo pasa.
- ¿Y?
- Hagámoslo de otra manera. Sustituye la palabra "tiempo" por cualquiera de las otras cuatro dimensiones.
- No te sigo.
- A nadie se le ocurriría decir "La anchura lo cura todo" o "La altura lo cura todo", ¿verdad? Es lo que tú haces mientras pasa el tiempo lo que provoca cambios. Si esperas que él tenga una epifanía puede ser que no sea la que tú deseas que tenga.
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