Respecto al sufrimiento mantenido en el tiempo encontramos dos tipos de personas, las que explotan y las que implosionan, pero cabe señalar que ambas sufren, y mucho, su única diferencia es la forma de expresarlo. El principal problema que se da entre estos dos tipos de personas es que, a pesar del sufrimiento, no son capaces de darse cuenta del sufrimiento del otro.
Esto se da por desconocimiento, no por malicia, pero conlleva en todos los casos un extra de angustia cuando estas personas tienen entre sí una relación firme (de pareja, familiar, amistad, etc)

Las personas implosivas hacen lo mismo pero al revés, explotan hacia adentro. No se comunican con los demás, se lo guardan y nadie sabe a ciencia cierta qué es lo que sienten. Algunos se acercan a interesarse, pero no pueden acceder a ellos ya que los implosivos gestionan el miedo hacia el recelo. Esto les hace sentir también la soledad, y cada vez se centran más en ellos mismos y se sienten más aislados. Tampoco se libran del insulto etiquetador, "raritos" "freakies"o directamente "esquizoides".
Todos tenemos una parte explosiva y una parte implosiva, por lo general con una mayor tendencia hacia una o hacia otra, pero parece que, o no lo sabemos, o no aprendemos de nosotros mismos para utilizar este conocimiento en ayuda de aquellos que sufren.