jueves, 8 de marzo de 2018

Siusplauitis

La siusplauitis es una patología que puede afectar a cualquiera, pero que muestra una mayor prevalencia entre la población de aspirantes a policía en el Institut de Seguretat Pública de Catalunya (ISPC). Esto lo sé porque estuve 14 años trabajando allí como psicólogo evaluador de prácticas interdisciplinarias (Módul 8 para los iniciados) y así tuve la oportunidad de diagnosticar muchos casos.

Estoy seguro que es una patología que no se restringe a una zona tan específica de la comarca del Vallès Oriental, si no que se debe producir en cualquier parte del mundo, pero, lo que hace que allí haya más casos es que hay un entorno de evaluación de habilidades comunicativas muy intenso (aprobar el M8 es casi conseguir el aprobado para ser policía en Catalunya).

¿En que consiste esta patología? Se trata de una inflamación aguda de la glándula de los "Si us Plau" ("Por favor" en catalán) que hace que una persona repita de manera repetitiva y en ocasiones absurda, si us plau.



¿Por qué ocurre esto? La explicación que encontramos los psicólogos de M8 fue puramente psicológica: La confusión de significado entre las palabras educación, empatía y asertividad.

Un policía tiene que mostrar una actitud perfectamente equilibrada entre las tres palabras anteriores. Ha de ser próximo (empático y educado) pero demostrar seguridad (asertivo). Lo que ocurre es que se suele poner el acento en aquella palabra que uno utiliza más, y en este caso es la educación. De aquí, que cuando un aspirante a policía se enfrentaba a una situación simulada, siempre que quería parecer educado utilizaba la expresión "por favor" para todo.

El problema es que cuando uno muestra un patrón tan repetitivo de por favores se posiciona en una actitud muy "down" de la que da un poco de vértigo salir cuando el interlocutor se muestra asertivo, porque los saltos actitudinales nos asustan por si nos pasamos... en este caso de agresivos. La espiral que se producía entre querer mostrarse educado y desear controlar una situación en la que había que mostrarse asertivo acostumbraba a producir un bloqueo emocional en muchos que les llevaba a la impotencia. Y ya sabemos que cada cual explota en su impotencia como puede, no como desea.

En la charla posterior que mantenía con los alumnos les informaba de que tenían siusplauitis (esto relajaba mucho la situación y los predisponía en mi opinión, a estar más abiertos) y cuando les preguntaba por qué decían tanto por favor, se producía más o menos la siguiente conversación:

- Pido las cosas por favor para ser educado.
- ¿Ser educado es pedir las cosas por favor?
- Claro.
- Ahh, ya veo. A ver, hagamos una prueba. Yo haré de policía y usted de ciudadano, ¿de acuerdo?
- Sí, vale.
- Por favor, ¿me da su dni idiota, por favor? -(el aspirante se mostraba muy sorprendido en este punto) - ¿he sido educado?
- No.
- ¿Por qué? He dicho por favor dos veces. He sido bieducado.
- Sí, pero me ha insultado.
- ¿Y?
- Que si me insulta no es usted educado.
- ¿Quiere decir que para ser educado es condición básica no insultar?
- Sí, claro.
- ¿Y decir por favor?
- No. Ya veo.
- Pidame el dni sin utilizar la expresión por favor.
- Deme su dni.
- ¿Se ha sentido mal educado?
- No.
- ¿Cómo describiría su intervención si no es mal educado?
- Seco, directo...
- ¿Más preparado para subir el tono en caso necesario?
- Sí.

No todo el mundo era capaz de superar una siusplauitis. Hacerlo requiere mucho entrenamiento para enfrentarse a los propios miedos y ser capaz de aprender de los errores. Claro que la mayoría no suspendían sólo por esto, también había importantes inflamaciones en las áreas neuronales de la empatía, pero eso lo dejaré para otra entrada futura, si Mercadona me da permiso...