jueves, 27 de septiembre de 2012

Explorar la zona oscura

"No expliques por pereza aquello que puedas explicar por miedo"

- Es muy difícil explorar aquello que no conocemos.
- Sí. ¿Qué dificultad encuentras tú?
- ¿Hay diferentes tipos de dificultades?
- ¡Y tanto! Cada persona vive las suyas. Lo importante es que tú sepas las tuyas para así ponerles remedio. Por ejemplo, hay personas que dicen que les da pereza, pero en realidad les da miedo.
- Supongo que sí, que me da miedo... El otro día, cuando me explicaste el chiste del borracho y la farola, creo que lo entendí.
- ¿El qué?
- Qué me da miedo. A mi no me gusta la oscuridad, no es que me dé terror, es que me incomoda, y prefiero evitarla.
- ¿Por qué? ¿Qué es lo que te incomoda de la oscuridad?
- Lo mismo de siempre, que no controlo. Cuando se apagan las luces te envuelve la oscuridad y no ves nada, ese es un momento de mucha incertidumbre, y hasta que no me acostumbro a ella, a ver un poco en la oscuridad, estoy a disgusto.
- Pero eso es si se apagan las luces de repente, ¿no?
- Sí.
- Tú y yo hablábamos de explorar una zona oscura de tu vida, no de apagar las luces de golpe.
- ¿Cómo que no? Yo estoy tranquilamente jodida explorando la zona iluminada por la farola y tú me pides que me vaya a la zona oscura.
- Sí, ¿Y?
- ¡Qué no me gusta!
- Ya, pero, ¿no te da la sensación que estás analizando incorrectamente mis intenciones terapéuticas?
- ¿Sí? ¿Cómo?
- ¿Cuándo he hablado yo de sumergirse de repente en la zona oscura? ¿Pasar de la luz a la oscuridad? ¿De repente? No querida, no, eso sólo te provocaría algo parecido a un shock, pero no sólo a ti, a cualquiera que no sea un psicópata extremo.
- ¿Qué me propones entonces?
- Piensa el chiste del borracho y la farola, ya que lo has tomado como ejemplo. 
- De acuerdo.
- Tú dices que en ese escenario hay dos artes claramente diferenciadas, ¿verdad?
- Sí, claro. La zona iluminada y la zona oscura.
- Ahí tienes tu error. 
- ¿Cuántas ves tú?
- Tres.
- ¿Cuál es la tercera?
- Diría, a pesar de nos ser un experto en óptica, que hay una zona de penumbra. Hay una zona en la que hay menos luz, cada vez menos, hasta que llegas a la oscuridad.
- Ya, ¿y eso de qué me sirve?
- Bueno, creo haberte oído decir antes que el problema de tu incomodidad es que no tenías tiempo para que la vista se acomodase a la nueva situación, ¿verdad?
- Sí.
- En este caso, en el tránsito entre la zona iluminada y la zona oscura, puedes utilizar la zona de penumbra para ir acostumbrando a tus ojos a mirar con menos luz, para que así, cuando llegues a la zona oscura, ésta no te "envuelva de repente".