lunes, 17 de septiembre de 2012

Moisés, Arquímedes y la Psicoterapia

A la hora de pedir ayuda, no importa si es necesaria o no, podemos distinguir dos tipos de personas: aquellos que quieren que para ellos seas Moisés y aquellos que desean ser Arquímedes en su propia vida.

Quienes quieren un Moisés en su vida tienden a exigir la ayuda más que a pedirla. Saben que algo falla, algo no funciona en sus vidas, y esperan, desean, que alguien que sepa algo que ellas no saben, baje de la montaña con unos mandamientos claros y efectivos que les sirvan para saber qué tienen que hacer para solucionar lo que no funciona. Y todo esto sin mancharse las manos. Evidentemente no valoran ni se plantean la posibilidad de aprender algo de la situación en la que se encuentran, y quieren que no haya margen de error posible.
Quienes quieren ser Arquímedes en sus vidas, piden ayuda, asumen la posibilidad que no se les pueda ofrecer, por eso, cuando la reciben, la agradecen. Saben que se van a tener que ensuciar las manos, pero quieren aprender a vivir sus vidas de manera diferente, más eficiente, y todos sabemos que no se puede dar la eficiencia si no hay margen de error.

¿Por qué llamarles Moisés y Arquímedes?

Los primeros quieren un salvador, alguien que los guíe por la travesía del desierto en su particular éxodo hacia la felicidad prometida.

Los segundos sólo quieren que alguien les de un punto de apoyo para que ellos puedan mover su mundo. 

A estos últimos va dedicado este blog, que hoy cumple cinco años.

Abrazos