Al igual Jimmy McNulty es incapaz de extraer factor común y darse cuenta de que lo que explica todos sus problemas en la vida no es la imposibilidad de los demás de seguirle, si no la imposibilidad que tiene él por hacer algo realmente diferente: ilusionarse. Porque es la falta de ilusión lo que explica su abulia cuando está sobrio.
Como podréis ver, Finestra no tiene ilusiones. Eso es para los demás, para los cualquiera. Él tiene obsesiones. Y así trata todo lo que hay en su vida, familia, amigos, pareja, trabajo... Y como no sabe diferenciar, o no puede, las mezcla, las complica, porque ahí es donde mejor se maneja, en la confusión más absoluta que difumina la confusión en la que se ha convertido su vida.
Las obsesiones, cuanto más grandes, más adicciones crean. Y las de Richie Finestra son a lo grande. A lo muy grande. Y como además sabe de lo que habla, manipula a los demás y los arrastra en su frenesí desquiciado hacia una catarsis en la que los que caigan por el camino no importan.
Pero no os preocupéis, porque él sabe lo que hace... o al menos eso siempre ha creído. Al menos a nosotros no nos podrá sacrificar... o eso creemos.
Podéis ver toda su historia en Vinyl, de HBO. No os preocupéis, no os he hecho ningún espoiler. Ni siquiera con el video.