- Ya llevo 30 días sin consumir.
- Bien.
- Yo estoy muy contento.
- ¿Por qué?
- Porque nunca pensé que lo podría mantener, siempre creí que sería incapaz...
- ¿Y por eso cuentas los días?
- ¡Claro! ¿No debería hacerlo?
- Depende... ¿Contaste los días que te pasaste consumiendo?
- No... Bueno, ha sido mucho tiempo realmente el que he desperdiciado consumiendo...
- Pero, ¿decías llevo seis meses consumiendo?
- No.
- ¿Por qué?
- Supongo que porque no me daba cuenta...
- ¿Por qué crees que te das cuenta ahora que no consumes?
- Hombre, tengo la cabeza más clara, me doy más cuenta de las cosas, tengo más tiempo...
- ¿Tienes ilusiones?
- De momento pocas.
- ¿Y antes?
- Tenía adicciones.
- ¿Las disfrutabas?
- Eso creía yo...
- Por eso cuentas los días que llevas sin consumir.
- ¿Por qué?
- Por que te sientes en una prisión. La gente que esta contenta, feliz, satisfecha no tiene tiempo para contar el paso del tiempo, está demasiado ocupada disfrutando de sus ilusiones y de la energía que les dedica... Dicen que hay dos tipos de personas enamoradas: aquellas que disfrutan del amor y quienes desean controlarlo. Sólo los segundos cuentan el tiempo que llevan en pareja. ¿Tú qué deseas? ¿Contar o disfrutar?
- Disfrutar.
- Entonces búscate ilusiones, o volverás a las adicciones.