Pero, ¿cuánto dura el presente?
Calcular el pasado es fácil, es el tiempo vivido; calcular el futuro es incierto, depende de las fantasías de (in)mortalidad de cada uno, pero el presente es instantáneo, fugaz, inaprensible, ¿o no?
En mi opinión, el presente se vincula a aquello que es más importante en nuestras vidas, Nosotros mismos, o sea, Yo, y a lo que hace que ese yo sea posible, o sea el oxigeno.
No nos engañemos, una persona puede vivir varios días sin comida, sin bebida y sin amor (sí, creedme, se puede vivir sin amor y mucha gente lo hace más que bien) pero no podemos vivir sin oxígeno. El oxígeno es vida y marca nuestro presente, tanto que el presente lo podemos calcular así, por el tiempo que podemos pasar sin respirar.
El ritmo de nuestra respiración marca el ritmo de nuestra vida, si respirar de manera acelerada vives acelerado, y el riesgo de hiperventilación te puede llevar a tener un presente ansioso, al que tan agradecidos estamos los psicólogos...
Así que piensa, si lo más importante de tu vida es que puedes estar sin aire unos pocos minutos, ¿para qué preocuparse mucho más allá en el tiempo?
