martes, 23 de enero de 2018

¿Eres divina?

Las relaciones de pareja se basan, entre otras muchas cosas, en el esfuerzo constante y el sacrificio muy puntual. Desafortunadamente no todas las parejas funcinan así, aún más, la mayoría de las parejas que no lo hacen, no tienen ni idea. Peor todavía, en las parejas que funcionan basadas en el sacrificio de uno de sus miembros, el que se sacrifica no lo sabe. Y el que disfruta del sacrificio de su pareja afirma que el que se sacrifica es él.

En las parejas descompensadas por el sacrificio los roles se dividen de una manera muy sencilla: Una siempre está dispuesta a ofrecer(se) y el otro siempre está dispuesto a recibir. Obviamente el reparto de roles puede variar por géneros, aunque tienden a ser más sacrificadas ellas.

Son relaciones de interdependencia,en la que ambos dependen de alguna manera del otro, y que tienden a alargarse mucho en el tiempo, hay mucha Pilar suelta por ahí... Suelen romperse cuando la figura maternal no puede seguir proveyendo o ya no le compensa hacerlo.

¿Para qué proveer continuamente? ¿Qué sentido tiene el sacrificio para quien se sacrifica tanto? Estaremos de acuerdo en que es una muestra de inseguridad, pero ¿cómo se compensa el miedo con un exceso de sacrificio?

Una posible explicación es la gratificación propia de sentirse todopoderosa, de irradiar fuerza, de que alguien te vea segura, firme (¿Pilar?) o dívina. No de belleza, si no de poder.

Pero el poder de poco sirve cuando el beneficio es para otros...