jueves, 20 de septiembre de 2007

Más extraño que la ficción

Inicio el apartado de películas, y no puedo comenzar con otra que no sea "Más extraño que la ficción", una de las películas más interesantes del último año juntamente con "Pequeña miss sunshine", de la que hablaré en otra ocasión.

Esta es una película que puede aburrir a aquellos que abordan el cine de una manera pasiva, esperando que les produzca algo. En cambio, a los que se implican en la visión de las películas, a aquellos que cuando ven una película están poniendo en juego aspectos vitales propios, seguro que les dará mucho que pensar.

No creo que sea una obra maestra, pero sí que es una pequeña joya cuyas ajustadas pretensiones filosóficas no te dejan indiferente, sobre todo en lo que hace referencia a los límites vitales y el poder de decidir dentro de las posibilidades que tenemos, pero sobre todo, la gran importancia de las pequeñas cosas.

Aquí podéis ver un par de clips de la película, el del inicio (sorprendente) y el de la tienda de guitarras (psicológicamente fascinante):






Doy las gracias a Boomings por conseguir la última frase del narrador de la película, que espero os motive a verla.

"En ocasiones, cuando nos perdemos en el miedo y la desesperación, en la rutina, en la constancia, en la desilusión y la tragedia, habría que dar gracias a dios por las galletas glaseadas de Bavaria y, afortunadamente, incluso cuando no hay galletas, aún nos puede reconfortar la caricia de una mano conocida acariciándonos, o un gesto amable cariñoso, o un apoyo sutil para respirar la vida, o un abrazo tierno o unas palabras de consuelo, y no olvidemos las camillas de hospital y los tapones para la nariz, y la repostería que sobra y los secretos susurrados y las Fender Stratocaster y tal vez alguna que otra novela y hay que tener en cuenta que todas estas cosas, los matices, las anomalías, las sutilezas que creemos que no son más que complementos en nuestras vidas, de hecho están presentes por una causa mucho mayor y más noble, están para salvarnos la vida. Sé que la idea resulta extraña, pero también sé que es la pura verdad."

Un ejercicio interesante sería enumerar cuántas "grandes cosas" forman nuestro día a día, y sobre todo cuántas "grandes cosas" han ilusionado nuestra vida, sin estar formadas de muchas pequeñas cosas.