sábado, 17 de noviembre de 2007

El alcohol


La principal droga de este país es el alcohol. Lo curioso es que se comenta muy poco en la prensa, y en cambio, siempre podemos ver "anuncios patrocinados" en las noticias sobre el beneficio del vino y de la cerveza (por los antioxidantes y otras leyendas), pero nunca hacen referencia a los perjuicios que hace el alcohol en sí mismo, como por ejemplo la foto de la noticia que podéis leer.

La reacción de los padres ante el consumo de alcohol es la tolerancia, pero, si su hijo toma cualquiera de las llamadas "drogas ilegales" la reacción suele ser tajante.

Cuando alguien acude a consulta, por ejemplo, por adicción a la cocaína, le suelo señalar la conveniencia de dejar de consumir alcohol. Sólo un pequeño grupo saben y quieren ver la relación a la primera. La inmensa mayoría suele negarse en banda, ¿qué relación tiene que yo me tome una cerveza con los colegas y que me meta una raya? Hace un año dí una una asignatura de un máster de enfermería en Sant Joan de Deu, y las reacciones ante el planteamiento de que el alcohol es una droga fueron furibundas por parte de algún sector de la clase, y se supone que iban a ser profesionales que trabajasen en salud mental...

Pensemos en el consumo de drogas como una escalera. En el primer escalón siempre encontramos a la misma primera droga, el alcohol. En el segundo el tabaco. Luego los porros (THC y maría) y finalmente la cocaína, heroína, drogas de diseño, y todo tipo de alucinógenos y cualquier cosa que alguien diga que coloca. El alcohol es el más asequible, por precio y facilidad de compra.

Cuando trabajaba en el CAS (Centro de toxicomanías), había una 3000 historias abiertas, de las cuales la mitad eran sólo de consumidores de alcohol. Pero el dato más relevante es que de la otra mitad, en todas había consumo de alcohol, pero no era considerada como la droga principal.

La mayoría de las consultas que he atendido por adicción a la cocaína (como motivo de demanda) se han solucionado con relativa facilidad si se aborda el consumo de alcohol con interdictores, Colme y Antabús, realizando un proceso de terapia en el que se pueden abordar los problemas de raíz en vez de enmarañarnos en la explicación del porqué de las sucesivas recaídas.

Desde luego no hay solución a ningún problema que no comporte un cierto sacrificio, pero ¿qué implicaciones tiene el consumo de alcohol en nuestras vidas? ¿Tantas cosas perdemos por dejar de consumirlo?

Un ejercicio interesante sería sentarnos ante un folio en blanco y plantear cuál es nuestra relación con el alcohol a lo largo de nuestra vida. ¿Cuándo empezamos a beberlo? ¿Para qué? ¿Qué satisfacciones nos ha dado? ¿Qué problemas? ¿Me puedo plantear una vida sin él?... y todas aquellas que se os ocurran.