viernes, 21 de marzo de 2008

El ateo


Un hombre ateo estaba pasando un tranquilo día de pesca, cuando su barca fue atacada por el monstruo del Lago Ness. Con un solo golpe, la bestia lanzó al ateo y su barca por los aires. Mientras flotaba piernas al aire, el hombre empezó a gritar:
- ¿Dios mío, sálvame!
En el acto, la escena del feroz ataque quedó paralizada, y el ateo suspendido en el aire, mientras una voz de trueno bajó de entre las nubes diciendo:
- ¡Pensaba que no creías en mi!
- Venga, Dios, ¡dame una oportunidad! - imploró el ya ex-ateo - ¡yo tampoco creía en el monstruo del Lago Ness!

Extraído del libro "Juntos pero no revueltos" de Jaume Soler y M. Mercè Conangla, Amat Editorial.

Para poder seguir adelante de una manera operativa, en el sentido más positivo, es necesario revisar nuestras creencias.