Yatrogenia: Reacciones adversas producidas como consecuencia del uso de medicamentos o de un determinado tratamiento médico.
Estas reacciones adversas pueden ir desde ligeras molestias a pérdidas severas (en mi caso movilidad del ojo derecho), pero hay casos de muerte, y cada vez es más frecuente en las noticias.
Como ya comenté en un post anterior, este es el argumento de la última película de Michael Moore, Sicko. Por tanto se trata de un tema de (los periodistas de algunos informativos de tono amarillo dirían "rabiosa") actualidad.
Desde hace muchos años conservo esta viñeta de Quino, que hace referencia a cómo la falta de comunicación con el médico le acaba produciendo una pérdida (poder girarse por la calle a mirar a las mujeres atractivas). Desde luego podemos usar diferentes enfoques. El profesional de la salud está más pendiente de sus máquinas de diagnóstico que de explorar en profundidad (seguramente con el uso de las máquinas la factura será más cara) y el "paciente" (viene del latín "pacer") no sabe lo que siente ni lo que le pasa y se entrega a ciegas a un médico despojándose de cualquier responsabilidad sobre lo que le ocurre (se victimiza).
Creo firmemente en la responsabilidad personal que cada uno de nosotros tenemos sobre la propia salud, y en la importancia de recibir una buena ayuda profesional, pero, de ahí a aceptar que el médico es una reencarnación de Dios en la tierra, y que hay que hacer lo que él diga sin hacer ningún tipo de cuestionamiento, no. Si no nos satisface un diagnóstico no hemos de sentir culpa alguna en buscar segundas y terceras opiniones, no en vano, es nuestra salud y nuestra realidad la que está en juego.