Supongo que no descubro nada a nadie proponiendo esta película, que he visionado en tres ocasiones y que en esta última ocasión me ha gustado aún más si cabe. Se trata de una pelicula llena de matices, con un guión muy inteligente que mezcla dos tramas básicas paralelas.
Por un lado tenemos a Amelie cuyo objetivo vital es "arreglar" la vida de los demás, pero sin ser capaz de arreglar la suya propia. En estas encuentra a un vecino que no puede salir de casa y que se dedica a copiar anualmente un cuadro sin hacerlo suyo. La relación entre ellos dos, basada en matices y en pequeños aspectos va evolucionando de manera que los dos se cuestionan aspectos vitales que antes no había cuestionado y van introduciendo pequeños cambios.
Tal vez el aspecto que más ha destacado de esta película es la fascinación que muestra por las pequeñas cosas que son aquellas que nos alegran el día, o nos lo fastidian un poco.
Personalmente disfruté del personal sadismo de la protagonista con el patán del tendero...
