lunes, 23 de junio de 2008

Rutina


- Mira, si hay algo que no soporto es cuando descubro que mi vida es una rutina, algo predecible que le quita la chispa de la vida... y ahora estoy en ese momento, no sé qué hacer.
- Tal vez deberías cuestionártelo desde un punto de vista diferente...
- ¡Tú y tus comentarios con trampa! ¿de qué va esta vez? No me irás a decir que la rutina es positiva...
- Desde luego eso depende de la rutina de la que hablemos. Las personas necesitamos controlar nuestra realidad, saber qué es lo que va a ocurrir, eso nos da seguridad y tranquilidad. Lo que no es sano, al menos para una inmensa mayoría de personas, es tener una vida rutinaria, como la del protagonista de "Más extraño que la ficción".
- Desde luego, vaya bodrio de vida. Eso es lo que ocurre cuando pierdes el control por desear seguridad: sólo consigues monotonía y soledad.
- Sí, pero seguramente es porque no puedes disfrutar de pequeñas cosas, matices que distinguen una rutina de otra. Por ejemplo, si cada día haces el mismo camino, seguro que si buscas con ganas encontrarás detalles que lo harán diferente. No en vano es imposible que tu vida no se componga de rutinas.
- Pues la verdad es que no sería un mal objetivo vital. ¡Una vida sin rutinas!
El psicólogo se quedó pensativo y finalmente dijo:
- Cuando era joven tenía un amigo que era muy perspicaz, y pude asistir a una conversación que mantuvo con otro amigo. Este último decía algo muy parecido a lo que tú dices, que no soportaba las rutinas, y que cuando detectaba una la tenía que romper. El problema es que el otro le contestó que nunca conseguiría su objetivo.
- ¿Y puedo saber porqué?
- Por que siempre tendría la rutina de romper rutinas.