martes, 1 de diciembre de 2009

¿Lo sabe ella?

- Llevo varios días de bajón, no consigo remontar y lo pero es no saber qué me lo produce.
- ¿Ha ocurrido algo?
- No
- ¿Ha dejado de ocurrir algo?
- No lo sé. Eso no me lo había planteado.
- No consigo ver el motivo para que no te lo plantees ahora...
- De acuerdo (...) Tal vez el problema sea el contraste. Las últimas semanas fueron fantásticas, primero por el alivio de haberme quitado de encima el peso del secreto y de las mentiras. Luego por el apoyo de todo el mundo, pero en especial de ella.
- ¿Y qué ha cambiado para que haya un contraste?
- Creo que ha cambiado ella. Está más arisca conmigo, más tensa, parece que no valora suficientemente los esfuerzos que estoy haciendo.
- Pero tú sí que los valoras...
- ¡Por supuesto! Es lo mejor que he hecho en mucho tiempo, he conseguido mejorar en mucho mi calidad de vida.
- ¿Y qué no ha cambiado?
- Ella.
- Imposible. Ella no puede ser la misma respuesta a dos preguntas contradictorias.
- Ya. No sé cómo decirlo, pero la verdad es que no hace más rque recriminarme cosas del pasado.
- Por lo que tú me has contado debió sufrir mucho...
- Ni te lo imaginas. Yo no sé si hubiese podido aguantar tanta presión como aguantó ella.
- ¿Y qué emoción sientes ante eso?
- La admiro. La tengo en un pedestal.
- ¿Desde cuando?
- Desde siempre. Siempre la he admirado y con todo lo que ha pasado la admiro y estoy muy enamorado de ella. Ójala pudiera deshacer el pasado y cambiar algunas decisiones. A veces me siento impotente por no saber ni poder ayudarla.
- ¿Lo sabe ella?
- Supongo.
- Suponer es lo mismo que presumir, ¿no?
- Sí.
- Y presumir es lo mismo que hacer el tonto, ¿verdad?
- Seguro que sí.
- Ergo...
- Mejor se lo digo a ella.