martes, 28 de junio de 2011

La inocencia y la culpabilidad

- Esta es una sociedad de mediocres, ¿no te parece?
- Me parece una afirmación contundente. Podría llegar a estar de acuerdo contigo pero sería bueno conocer los planteamientos en los que te basas para llegar a esa conclusión.
- Buff, hay miles de ejemplos, por ejemplo, ¿recuerdas aquella noticia que explicaba que un violinista profesional se puso a tocar en el pasillo del metro y nadie se dio cuenta y la recaudación fue escasa?
- Bueno, hay varias de esas noticias, creo que incluso lo llegó a hacer Sting en alguna ocasión.
- Pues ahí lo tienes.
- Ya.¿Qué te hace pensar que el hecho de no reconocer a un artista convierte a una sociedad en mediocre? Espera, lo interesante es que te planteases por qué no lo reconocen.
- Porque son mediocres.
- Bueno, esa es una posibilidad. Otra posibilidad sería que son personas a las que no le interesa el violinista.
- ¿Y en qué están interesados?
- ¿Trabajar y poder pagar la hipóteca? ¿Solucionar sus problemas cotidianos?
- ¡Pero no reconocen el arte!
- Tal vez es que no están predispuestos en ese momento. No en vano las necesidades artísticas llegan siempre cuando las necesidades básicas están cubiertas.
- Vale. Podría estar de acuerdo, pedro seguro que la mayoría luego llegan a casa y se ponen a ver una película de efectos especiales que se han descargado.
- Sí, claro que sí, pero puede ser que vean esa película por necesidad de evadirse no de culturizarse.
- Pues que vayan a la ópera o a un auditorio.
- Creo que no hay nada peor que ir a la ópera sin estar preparado ni educado para ello.
- Pues eso, mediocres.
- Tal vez deberíamos plantearnos quiés es más mediocre, el que no va a la ópera o no reconoce a un violinista famoso, o aquellos que, pudiendo, no educan a los "mediocres" para que aprendan a vivir el arte de otras maneras.
- Sí claro. A ver si va a resultar ahora que es mi culpa. Yo soy inocente de la mediocridad de los demás.
- ¿Sabes qué te diría Lisbeth Salander?
- No sé quién es esa.
- Lo importante es que te diría que no existen inocentes, sólo diferentes grados de culpabilidad asumida.
- Bah.
- Y que conste que no eres mediocre por no conocer a un ícono literario y cinematográfico actual.
- ¿Por no conocer a esa tía?
- Diremos que es tu violinista famoso en el metro...