lunes, 7 de octubre de 2013

Psicopatizate (El superpoder de la psicopatía)

En una realidad capitalista dominada por una dinámica consumista en la que las personas son percibidas como objetos o realidades concretas de las que sacar provecho y no como elementos de influencia y proyección personal, lo más sano es ser un psicópata. Y aquí hay que introducir un pequeño pero significativo matiz, ser psicópata no quiere decir ser un asesino en serie, Hollywood ha hecho mucho daño a los pobres psicópatas. Todos los asesinos en serie son psicópatas, pero no todos los psicópatas son asesinos en serie.
¿En qué me beneficiará a mi tener una estructura de personalidad psicopática? Sobre todo en la consecución de objetivos vitales. Si uno no ha nacido psicópata es muy difícil, realmente difícil llegar a serlo por voluntad propia, y por tanto beneficiarte de la absoluta falta de sentimientos y por tanto, de sufrimiento. Pero con esfuerzo podréis adquirir un tono frío a nivel emocional, y eso será de mucha utilidad para pasar por encima de cualquier obstáculo que se interponga en vuestros objetivos.
¿Cómo se hace? ¿Cómo puedo conseguir unos mínimos básicos para saber que estoy en la senda correcta?
Hoy día la mayoría de psicópatas, o mejor dicho, personas con rasgos psicopáticos de la personalidad están ubicados en los argos directivos de las grandes corporaciones y cualquier empresa. ¿Os parece una acusación muy atrevida? Basta con que os paréis a escuchar un momento, si tenéis ocasión de hacerlo, como hablan y como resuelven sus conflictos interpersonales.
El lenguaje está plagado de expresiones del tipo "me lo voy a cargar", "le voy a fundir", "le voy a destrozar". Todas estas expresiones son manifestaciones de un desplazamiento de instintos que fuera de su ámbito profesional nos ponen en alerta de la persona que tenemos delante. Pero por si fuera poco su tono comunicativo es arrogante, carente de matices, explotador, anulador, seductor y ambivalente cuando es necesario y sobre todo, intimidante.
Por tanto, yo en tu lugar, si deseas psicopatizarte, empezaría por dejar ese tono dulce que tienes, esa expresión facial de buena persona la sustituiría por la de alguien perpetuamente enfadado o que es imprevisible su reacción, hablando un lenguaje totalitario lleno de las expresiones "nunca, siempre, todo y nada" y haciendo perpetuamente referencia a la intención de "arrasar" a quien se atreva a interponerse en tu camino, porque para ti no será más que un gusano al que puedes aplastar sin consideración alguna.
Todos sabemos que tener un superpoder implica una responsabilidad, y esta responsabilidad implica renunciar a algo. Tener el poder de ser un psicópata implica la responsabilidad de serlo 24x7 y entrar en una espiral de consecución de objetivos hasta el último día de tu vida, para defenderte de otros psicópatas, por supuesto. ¿A qué tendrás que renunciar? A un trato auténtico con la gente de tu entorno, con aquellos que supuestamente te importan. Y eso conlleva siempre soledad, y a la larga vacío y si no eres un psicópata de verdad, eso asusta mucho.
Y si no, preguntádselo a Walter White...