Un niño trataba en vano de realizar una construcción que para su edad resultaba compleja. Al pasar frente a él, su padre se detuvo a observar sus esfuerzos. Finalmente le preguntó:
- ¿Estás empleando todos tus recursos?- Lo estoy intentando - contestó el niño.
El padre se fue a hacer un par de recados. Cuando volvió se encontró a su hijo derrotado, que ya había abandonado todo intento.
- ¿Estás seguro de haber utilizado todas las posibilidades que existen a tu alcance? - preguntó el padre.
- ¡Sí, todas! - contestó el niño exasperado.- ¿Estás seguro de haber utilizado todas las posibilidades que existen a tu alcance? - preguntó el padre.
- No, no lo has probado "todo" - dijo el hombre sin inmutarse -porque no has pedido a nadie que te ayude.