Un compañero de trabajo, Rubén Benedicto, persona muy versada en psicología social, y conocedor de todo tipo de teorías de colaboración, confrontación y represión (policial y militar), me explicó un día la teoría rizomática. Tal vez lo que me pareció más apasionante fue que se base en una especie de tubérculo que surge en algunas plantas y que es multifuncional, ya que el concepto en sí es muy parecido a la organización en redes.
Básicamente, y a grosso modo, se opone a los modelos de organización jerárquica y propone una organización en horizontal, de forma que cualquier cambio producido en uno de los nódulos puede afectar a los otros de una manera impredecible.
El ser humano se ha caracterizado por la organización social jerárquica, de estructura claramente piramidal, con unos pocos privilegiados en el vértice superior y una gran mayoría en la base productiva. En este modelo rizomático no hay centro de organización, y las responsabilidades e influencias son repartidas haciendo el esfuerzo más repartido y efectivo.
En diferentes conversaciones que mantuvimos el futuro Dr. Benedicto y yo nos centramos en las relaciones de pareja, llegando a la conclusión que las parejas sanas debían ser rizomáticas (de igual a igual, de importante a importante) y que había parejas jerárquicas, en las que uno estaba sobre la otra (habitualmente) que eran las que producían insatisfacciones y tensión que dificultaban la calidad de vida.
Reflexionando sobre ello me asalta una paradoja. Una de las estructuras rizomáticas más efectivas que se conocen es el cerebro humano (explicación que dejaré para otra ocasión), y en cambio ha sido el principal productor a escala planetaria de estructuras jerárquicas. No puedo evitar pensar que de lo bueno no siempre salen cosas buenas...
Si deseáis más información sobre esta interesante teoría os sugiero los siguientes links:
http://es.wikipedia.org/wiki/Rizoma_(filosof%C3%ADa)
http://biblioweb.sindominio.net/telematica/tecnonomadismo.html
http://www.bu.edu/wcp/Papers/TKno/TKnoGall.htm
Un abrazo
El ser humano se ha caracterizado por la organización social jerárquica, de estructura claramente piramidal, con unos pocos privilegiados en el vértice superior y una gran mayoría en la base productiva. En este modelo rizomático no hay centro de organización, y las responsabilidades e influencias son repartidas haciendo el esfuerzo más repartido y efectivo.
En diferentes conversaciones que mantuvimos el futuro Dr. Benedicto y yo nos centramos en las relaciones de pareja, llegando a la conclusión que las parejas sanas debían ser rizomáticas (de igual a igual, de importante a importante) y que había parejas jerárquicas, en las que uno estaba sobre la otra (habitualmente) que eran las que producían insatisfacciones y tensión que dificultaban la calidad de vida.
Reflexionando sobre ello me asalta una paradoja. Una de las estructuras rizomáticas más efectivas que se conocen es el cerebro humano (explicación que dejaré para otra ocasión), y en cambio ha sido el principal productor a escala planetaria de estructuras jerárquicas. No puedo evitar pensar que de lo bueno no siempre salen cosas buenas...
Si deseáis más información sobre esta interesante teoría os sugiero los siguientes links:
http://es.wikipedia.org/wiki/Rizoma_(filosof%C3%ADa)
http://biblioweb.sindominio.net/telematica/tecnonomadismo.html
http://www.bu.edu/wcp/Papers/TKno/TKnoGall.htm
Un abrazo