sábado, 2 de febrero de 2008

Derecho a amar

Hace ya algunos meses recomendé esta estupenda película, y, ahora que la he vuelto a ver, la recomiendo con más entusiasmo si cabe.
Sobre todo me parece muy recomendable el proceso de cambio del protagonista, por ejemplo, hace continuamente lo mismo para estar mejor sin conseguir resultados (es muy obsesivo), y es sólo a través de cambiar la percepción que tiene de su hermano gemelo que puede mirarse de una manera diferente a él mismo.
He conseguido encontrar el diálogo que mantienen, pero para poder entenderlo os pondré en antecedentes:

El hermano obsesivo (Charlie) le explica al otro (Donald) que en una ocasión le observó mientras intentaba ligar con una de las chicas de su instituto. Y le dice que se sintió muy bien, orgulloso de ver lo contento y natural que estaba su hermano...



Podéis ver este estracto aquí.

Este diálogo me hace recordar otro de la novela "La sombra del viento", en el que el protagonista intenta rechazar un regalo de un muy amigo por considerarlo demasiado caro (si no recuerdo mal) y la respuesta del amigo es sencilla, directa y, al menos a mi, me dejó sin palabras:

"Los regalos son un placer de quien los regala, no un mérito de quien los recibe"

En definitiva, como debe ser.