Hace un par de años leí el último libro de Bret Easton Ellis, Lunar Park, y me dejó, como todos sus libros, con varias cuestiones sin cerrar durante mucho tiempo. Tal vez la que más me impactó fue la imagen que transmite en su (intencionadamente) desquiciado libro sobre el consumo de psicofármacos en los niños.
En un par de pasajes hace referencia a la cantidad de medicación que los padres dan a sus hijos para que éstos rindan más en la escuela, para que no den tanto la lata y no agobien, o directamente porque sí, porque la hija de tal lo toma y mira lo bien que le va.
Todas estas ideas han confluido en estos días en mi cabeza a raíz de un mail que me ha enviado mi amiga Gemma Borraz sobre una propuesta de ICV sobre el consumo de psicofármacos. Es un poco largo, pero es sumamente interesante, lo podéis descargar aquí.
La otra idea confluente que me ha hecho recordar este libro es una serie de TV a la que me parece me estoy enganchando: Californication.
Viendo los primeros cinco episodios me dio por pensar en los libros de Bret Easton Ellis, y mirando por internet descubrí que no era el único que había detectado los evidentes paralelismos. Los que tengáis un poco de tiempo, y curiosidad, descargaros esta serie, ya que no creo que la den en España, es un caramelo envenenado, parece que va de una cosa pero en realidad está reflexionando continuamente sobre las relaciones de pareja, relaciones de poder, vampiros emocionales, obsesión por el culto al cuerpo, la tendencia a seguir aquello que se nos dicte sin ningún tipo de reflexión, etc.
Tengamos en cuenta que es una serie de TV, no de filosofía, lo digo porque sé de algunos que se pueden decepcionar. Se trata de ver más allá de lo que te muestran.
Buscando por ahí, satisfice mi curiosidad sobre este autor en la wiquipedia y en este enlace.
Un abrazo