"Sigo dando vueltas a esa obsesión que se ha fijado en esa cabecita que yo tanto amo respecto a que deseas seguir siendo tú misma. Tú escribes: Tú y mi música. ¡Perdóname pero también tenemos que discutir eso! ¿Cómo te imaginas la vida matrimonial de un hombre y una mujer que son los dos compositores? ¿Tienes alguna idea de lo ridícula y, con el tiempo, lo degradante que llegaría a ser inevitablemente para nosotros dos una relación tan competitiva como ésa? ¿ Qué va ocurrir si, justo cuando te llega la inspiración , te ves obligada a atender la casa o cualquier quehacer que se presentará, dado que, como tú has escrito, quisieras evitarme las menudencias de la vida cotidiana? ¿Significaría la destrucción de tu vida [...]. Tú no debes tener más que una sola profesión: la de hacerme feliz. Tienes que renunciar a todo eso que es superficial (todo lo que concierne a tu personalidad y tu trabajo). Debes entregarte a mí sin condiciones, debes someter tu vida futura en todos sus detalles a mis deseos y necesidades, y no debes desear nada más que mi amor"
Extracto de la carta que recibió Alma Mahler de su futuro marido Gustav Mahler.
Del libro "Historias de Mujeres" de Rosa Montero
Personalmente creo que sobra cualquier comentario y que cada uno puede sacar sus propias conclusiones al respecto. Lo que no se le puede negar al bueno de Gustav es que sabía lo que quería y cómo conseguirlo...