sábado, 30 de octubre de 2010

La escalera del pánico


Una de las cosas que nos ocurre cuando estamos en situación de crisis es que podemos entrar en pánico, y este pánico puede bloquearnos y provocar que nuestras decisiones se puedan ver afectadas por el efecto tunel, o lo que es lo mismo, que focalicemos nuestra atención de manera que no contemplemos todas las posibilidades que en condiciones normales podríamos valorar.

Una forma de evitar el pánico es plantearse el pánico como una opción real, valorar el "peor escenario posible" o como dicen los usamericanos "worst case scenario" y ver si es asumible. Para ello hay que planteárselo con el máximo de detalles y apoder ser, por escrito.

Si planteado el peor escenario posible vemos que lo podemos asumir, el pánico pierde enteros rápidamente. En el caso que no sea asumible, que es lo más probable en la mayoría de casos, lo que hemos de hacer es subir un escalón y platearnos un escenario un poco menos malo. Planteado este nuevo "menos peor escenario posible" vemos si este es asumible y si no, volvemos a subir otro peldaño, repitiendo hasta que encontremos un escenario que sea asumible.

Puede parecer una estrategia que requiere mucha frialdad, pero sólo las primeras veces, y una de las principales ventajas es que nos da la sensación que estamos controlando algunas posibilidades, que sabemos jugar con algunos elementos de riesgo y que la cosa no se nos va tan fácilmente de las manos.