martes, 6 de septiembre de 2011

Buscar señales

- Fue muy bien. Casi te diría que perfecto, ya que se ajusta a lo que deseaba. Pero te he decir que al principio me dio la sensación de que iba a ser un desastre.
- ¿Y eso?
- Es un sitio bastante feo. La primera impresión no puede ser buena ya que es una planta baja bastante oscura en un edificio viejo y muy poco cuidado, y una vez que entras es peor, ya que parece un consultorio público de tercera.
- Parece impeorable.
- Pues aunque te pueda parecer increíble se puede. Está en un barrio marginal, de manera que la gente que merodea por allí no resulta de lo más estimulante en un principio.
- ¿Y qué hizo que cambiases de opinión?
- El grupo humano. Los compañeros, que me acogieron muy bien.
- Entonces tengo que felicitarte, ya que desde que tuviste la mala impresión hasta que conociste a los compañeros que la contrastaron pasó un buen rato y tuviste que gestionar bastante incertidumbre.
- Bueno, ahora que lo dices, algo pasó en ese rato, que me ayudó, que me animó bastante.
- ¿?
- La verdad es que no podía entrar allí con el ánimo muy elevado, la visión interior del centro no me lo facilitó, pero en el hilo musical que tenía sonaba una canción de Queen, no es precisamente una de mis preferidas, pero pensé que era una señal, que no podía irme mal en un sitio en el que al entrar yo sonase una canción de mi grupo preferido. Así que empecé a tararear la canción, luego seguí con otras, y poco a poco me animé. Al rato me presentaron al equipo.
- Pues entonces he de felicitarte doblemente, ya que tú buscaste señales externas que te permitiesen modificar la percepción de los acontecimientos para poder reconocer lo positivo.
- Sí. Pero no te engañaré que el factor determinante no fue la música, fue el buen rollo que me dió el equipo.
- Vale. Pero es que eso no lo controlas tú.