- No tengo nada claro lo que estamos haciendo. Supongo que desde tu sillón se ve muy claro, pero yo no lo veo igual.
- ¿Qué es lo que te preocupa?
- Yo no quería separarme, ya te lo dije. Sé que fue ella la que me dejó, a pesar de que yo quería luchar por remontarlo, pero ahora me da la sensación de que se está alejando de mi, de que la estoy perdiendo definitivamente, con todos estos movimientos que estamos haciendo.
- ¿Estos movimientos te han hecho sufrir?
- ¡Claro que no! Al contrario, me siento mucho mejor.
- ¿Y qué has aprendido respecto a ella?
- Cada vez tengo más claro que no podíamos vivir juntos.
- ¿Entonces?
- No sé... Es como si estuviese perdiendo mi última opción de salvar algo... Es que si ahora ella quiere volver conmigo...
- ¿Qué?
- Que sería contradictorio.
- ¿Por qué? ¿Qué tiene de contradictorio que hayas descubierto que no quieres vivir una relación de pareja con ella?
- Que antes sí quería. Incluso le dije en una ocasión que siempre estaría ahí, esperando.
- ¿Cuál es el problema?
- ¡Qué no voy a estar ahí!
- ¿Y?
- ¡Qué no estoy cumpliendo con lo que dije!
- Tal vez sea porque las condiciones han cambiado. Ahora tienes muchas más información y mucho más diferente de la que tenías cuando afirmaste esa barbaridad, que por cierto, te despreciaba como persona. ¿Quė crees que pensará ella cuando quiera volver contigo y tú le digas que no? Si es que eso se produce...
- Me da igual lo que piense ella, me importa lo que pienso yo...
- ¡Bravo!
- ¿Por qué?
- Porqué te preocupas por ti, no por ella... Tal vez tengas razón, pero de una manera diferente a la que crees.
- ¿Qué quieres decir?
- Por lo que me dices parece que sí que es cierto que está aumentando la distancia entre vosotros dos, es un aumento significativo, de verdad, pero no es el,a la que se está alejando de ti si no tú el que se está alejando de ella.
- Si eso es cierto, ¿por qué me da miedo?
- Tal vez sea porqué te gusta...
