lunes, 25 de marzo de 2013

La constante

- Desde que ha dejado de beber alcohol nuestra relación se ha deteriorado mucho.
- ¿A qué lo atribuyes?
- No tengo ni puta idea. Es algo cruel, ¿no te parece? Luchas durante todo este tiempo para que abandone una adicción, sacrificas tiempo, amistades y calidad de vida y cuando lo consigue, descubres que no funciona.
- ¿Por qué crees que ha sucedido esto?
- No lo sé... Esto del alcohol ha sido un motivo de pelea entre nosotros desde el comienzo de nuestra relación...
- ¿Desde el inicio?
- Sí.
- ¿Cómo si fuese una constante entre vosotros?
- Mmmmm... Sí, podría decirse que sí.
- ¿Matemáticamente podríamos considerar que construisteis una ecuación con dos variables y una constante muy fuerte?
- Supongo que sí.
- Yo no soy matemático pero, ¿qué efecto tiene la desaparición de una constante en una ecuación estable?
- Deja de ser la misma ecuación... se vuelve inestable, supongo.
- Entonces, si lo he entendido bien, esa ecuación ya no es la de antes ni se puede seguir utilizando con el mismo propósito, ¿verdad?
- Claro. ¿Qué hago entonces?
- Parece que tienes dos opciones básicamente, o cambias de variable y construyes una nueva ecuación...
- Eso me daría mucha rabia, tanta lucha, tanto esfuerzo para al final darme cuenta que no puedo seguir con mi pareja por la falta de alcohol...
- ... o puedes buscar una constante más sana que dé sentido a las dos variables y las potencie en cuanto a posibilidades.
- ¿No estaré quemado para esta última?
- Eso depende de la ilusión que hayas sido capaz de conservar, y de las ganas con las que afrontes esta segunda fase de la terapia.