(Llamada telefónica)
- ¿Sí?
- Buenos días, estoy buscando un psicólogo para mi hija y quisiera realizarle unas preguntas.
- De acuerdo, dígame.
- Mi hija tiene 19 años y nunca ha tenido ningún problema de ansiedad, pero desde hace unas semanas me dice que tiene mucho a coger el avión, y ahora se tiene que ir a estudiar a Barcelona y para venir a casa tendrá que coger el avión. Quisiera saber si usted podría tratarla.
- Por mi parte no habría ningún problema.
- Mire yo he estado investigando por internet, y por lo que he visto ha habido muchos avances en el tratamiento de la fobia a volar, con todo el tema de los tratamientos con realidad virtual...
- Sí...
- Lo que quisiera saber es si usted tiene una instalación de realidad virtual cola que poder tratar a mi hija.
- No, yo no tengo ningún simulador de vuelo.
- ¿Y por qué no?
- Por dos motivos. El primero porque no es un aparato para la consulta de un psicólogo, si acaso para una unidad de psicología más grande, pero sobre todo porque no lo considero necesario para tratar eficientemente una fobia a volar, y más en el caso de su hija, que parece que antes no la tenía, ¿verdad?
- Sí, había volado esporádicamente y nunca dijo nada... ¿Cómo la trataría usted?
- Hablando con ella. Si una persona desarrolla una fobia tan específica de repente es porque ha sucedido algo en su vida últimamente, posiblemente algo traumático...
- Es verdad, hace un par de meses que una amiga íntima suya murió en un accidente de moto...
- Es posible que un trama así necesite ser tratado adecuadamente, pero para ello necesitaría hablar con su hija.
- Sí, pero ella es reservada...
- Bueno, los traumas no se trabajan por telepatía, hay que hablarlos, cuestionarlos, enfrentarlos para poder superarlos y seguir con la vida adelante.
- Ya... Pero no sé yo si quiero que mi hija lo tenga que pasar mal haciendo terapia... ¿Conoce usted algún psicólogo que tenga en su consulta un aparato de simulación de vuelo?
- No señora, no conozco a nadie.
- Muchas gracias por su tiempo, adiós.
