En una realidad en la que no tenemos que enfrentarnos a grandes peligros, la mayoría de nuestros miedos, angustias y preocupaciones se refieren a aquello que no conocemos, aquello que no sabemos cómo será, a lo incierto, a la incertidumbre.
La incertidumbre nos puede evocar emociones muy potentes que nos lleven a sufrir o a superar con éxito la situación a la que nos enfrentemos.
¿De qué depende esto? De nosotros mismos, de las herramientas de que dispongamos y de las que seamos conscientes disponer.
En este taller vamos a buscar esas herramientas que cada uno de nosotros tenemos y las vamos a poner a prueba para cambiarlas, mejorarlas o reforzarlas.