miércoles, 18 de marzo de 2015

Happy Valley, o ¿Qué hacemos con la responsabilidad?

Todas tenemos más o menos claro que el proceso de toma de decisiones deriva siempre en toda una serie de consecuencias, algunas agradables de asumir y otras no, y estas consecuencias siempre acaban comportando una nueva decisión sobre ellas, en un proceso que se alarga hasta el infinito de nuestras vidas.

¿Qué hacemos con las consecuencias? Podríamos decir que hay dos tipos de personas: aquellas que asumen su responsabilidad y aquellas que no. 

Happy Valley es una serie de TV (muy recomendable) que narra la historia de dos hombres, uno de ellos se muestra orgulloso de las decisiones que toma y de lo consecuente que es, el otro sobrevive conflictivamente por consecuencias de decisiones que considera que no son suyas, son heredadas (aunque nosotros sabemos que la principal decisión de su vida ha sido siempre no decidir). 

La conversación inicial que podéis ver a continuación nos muestra a ambos en la casilla de salida de un proceso de cambio, como si la relación que mantienen sufriese una crisis de desarrollo. (Nota del psicólogo: Las crisis de desarrollo son aquellas que se dan de manera natural en las relaciones entre personas porque el proceso de desarrollo necesita un cambio).



El superviviente pide, implora,suplica y no obtiene.

El orgulloso escucha, observa, alecciona y no concede.

A partir de este encuentro se desarrollan los acontecimientos, acontecimientos que tienen raíces profundas, porque toda historia comienza antes del comienzo que nos explican, siempre hay un precedente, un detalle que puede parecer minúsculo o insignificante, pero que puede desencadenar cambios profundos a largo plazo en la vida de los protagonistas.

¿Qué hará el superviviente? Tomar decisiones. Pero con miedo, excusándose a si mismo de que no le quedaba más remedio de hacer lo que hace. Y el miedo le torturará, porque tiene miedo a las consecuencias, no disfruta de conseguir lo que desea.

En cambio el orgulloso vive preso de unos acontecimientos que eclipsan su vida y tendrá que tomar decisiones en modo superviviente.

En el encuentro final entre ellos dos descubrimos que el que era inicialmente superviviente ahora es orgulloso (porque no le queda más remedio, aunque eso no resta fuerza ni valor a su cambio) y alecciona, mientras que el que era inicialmente orgulloso se considera a sí mismo, y con orgullo, un superviviente, pero no obtendrá lo que espera.

Entre estos dos momentos disfrutemos y aprendamos porque se trata de una serie llena de personajes incapaces de asumir y aprender de las consecuencias que se derivan de sus decisiones...